En un vídeo me preguntaron…
¿Qué le dirías a tu yo de 18 años?
No recuerdo exactamente qué contesté pero, recordando la pregunta, y pensando en la universidad, tengo claro que le recomendaría lo siguiente:
No vayas a la universidad.
La universidad solo debe ser una opción si aspiras a un empleo público que necesariamente exija un título emitido por la misma. Ya está. En el resto de los casos, si tu objetivo no es ese, yo me olvidaría.
Esta no es un cuestión ideológica, sino práctica: hace años que las grandes empresas se enfocan en las habilidades demostrables a la hora de contratar, tengas o no un título universitario.
Otro motivo es que, al menos en España, los tiempos en los que a la universidad iban personas inteligentes ya terminaron. Hoy en día parece que todo el mundo tenga que pasar por la universidad. Y esto podría ser una buena noticia en algún sentido, tiene un aroma igualitario que gusta a muchos, pero toda cara tiene su cruz: si todo el mundo puede graduarse en la universidad, tener un grado universitario deja de ser valioso.
Ya no solo eso, sino que compartes aula con personas de una inteligencia mediocre. El profesor no puede ir más rápido de lo que la inteligencia media de un grupo admite. En los viejos tiempos, los alumnos abandonaban una carrera por culpa de un profesor exigente. Hoy en día, los alumnos simplemente se quejan de que la carga de trabajo es demasiado alta, y el profesor está obligado a rebajar el nivel de su clase. Esto lo he visto personalmente, año tras año.
Pero quizás el mayor problema es que la universidad, como institución, es altamente ineficiente en nuestro modelo de sociedad. La crisis del coronavirus lo ha puesto en evidencia: la mayoría de facultades no estaban preparadas para trabajar en línea. Incluso cuando han tenido que hacerlo, las clases seguían siendo presenciales. Ya hace años que las formaciones no universitarias trabajan con otro modelo, donde los materiales están disponibles en cualquier horario (cosa imprescindible si el estudiante, además, trabaja) y pueden consultar directamente al profesor en otro momento. Estos cursos admiten a muchos más alumnos y por lo tanto tienen precios menores.
Al estar tan asociadas a la oferta de empleo público, las universidades son realmente embudos. Ninguna facultad de medicina tiene incentivos para multiplicar por diez su oferta, adaptando sus medios, porque no va a haber tal oferta de empleo público como para absorber a tanto profesional, ni la sanidad privada tiene la flexibilidad como para hacerlo (de nuevo, hablo del caso español).
Otro inconveniente es que, de nuevo, por su falta de flexibilidad, las universidades deben ofrecer itinerarios más o menos cerrados; el escenario habitual es que, cuando pasa a ser profesional, el estudiante se servirá de un 10% de lo aprendido. Hoy en día, las universidades raramente tienen la capacidad operativa de ofrecer formaciones específicas, que se puedan completar en un par de meses o en un solo curso, y que creen profesionales competentes y actualizados. Si acaso, la formación de máster se acerca más a este propósito, pero requiere, las más de las veces, haber pasado por el embudo del grado.
A mi yo de 18 años le explicaría que hay varias opciones mejores que la universidad. Si uno quiere emprender, basta con formarse en lo esencial y lanzarse al mundo. Hoy en día es mucho más barato obtener experiencia real creando negocios que pagar por toda tu formación universitaria. Y, en caso de que necesites conocimientos específicos, paga una formación específica.
Gracias por este artículo, abre mi panorama para saber que elegir
I máster in if
Y que otras opciones segun tu habria?
Excelente reflexión bien recuerdo ese vídeo querido Pablo, mencionaste que mientras más apostamos por la incomodidad más fácil será nuestra vida, eso recuerdo que mencionaste compnparte de esa respuesta, saludos hermano!!!!
Excelente reflexión bien recuerdo ese vídeo querido Pablo, mencionaste que mientras más apostamos por la incomodidad más fácil será nuestra vida, eso recuerdo que mencionaste compnparte de esa respuesta, saludos hermano!!!!
Pablo estoy en la universidad, y tu articulo esta en lo cierto. Cuando egresas no hay empleo y terminas en el sector publico. Por ende es un adoctrinamiento del estado.