Existe una gran confusión acerca de lo que realmente significa ser productivo. Eso es porque solemos confundir ser productivos con estar ocupados.

Cuando hablamos de productividad, necesitamos un parámetro para poder medir. Por ejemplo, si hoy ordeno mi habitación en 40 minutos, y la semana que viene lo hago en 20, soy más productivo. Normalmente, tendemos a pensar que si una persona pasa mucho tiempo haciendo algo o se esfuerza mucho, es productiva.

¿Cómo ser más productivo?

1. Ten un objetivo claro y definido. Siguiendo con el ejemplo, si mi objetivo es ‘ordenar’ mi habitación, eso no es un objetivo claro y definido. No tengo ninguna forma clara de saber cuándo he llegado a cumplir mi meta.

2. Aprende a dominar el estrés. El estrés te quita recursos físicos y mentales, disminuye considerablemente tus capacidades y, por tanto, el tiempo que tardarás en ejecutar una tarea. A veces nosotros mismos nos provocamos estrés cuando, intentando ser productivos, nos ponemos metas poco realistas o nos proponemos conseguir demasiadas tareas durante el día.

3. Ten un plan mayor. Puede que cumplas diariamente muchas metas, pero ¿de qué te sirve cumplir esas metas? Si no forman parte de un plan mayor, estarás simplemente consiguiendo pequeños logros sin relevancia.

4. Planifica y prepara. No se trata únicamente de elegir el momento adecuado para realizar una determinada tarea, sino plantearte qué medios necesitas para ser productivo (¿papel y lápiz? ¿silencio? ¿algo para picar? ¿agua?) y qué posibles obstáculos surgirán (¿sonará el teléfono? ¿me entrará sueño? ¿qué pasa si me atasco?).

5. Ley de los contrarios. ¿Cuál es el enemigo de la productividad? La distracción. Sin distracciones, incluso a un ritmo lento puedes conseguir muchas cosas. Utiliza el punto 4 para limpiar tu camino de distracciones (el teléfono y sus notificaciones son un gran enemigo).