¿Es necesario eyacular cada vez que tenemos sexo?
Esta es la gran cuestión. En el desarrollo de nuestra sexualidad masculina identificamos los actos de la eyaculación y el orgasmo. Ocurren de manera tan cercana que no concebimos lo uno sin lo otro.
Sin embargo, esta identificación no es necesaria. En los años 50, el investigador John C. Lilly experimentó con monos y descubrió que, en sus cerebros, había cuatro zonas distintas que se encargaban, respectivamente, de:
- Erección
- Eyaculación
- Orgasmo
- Las tres cosas a la vez
Por lo tanto, sabemos que existe una base neurológica para considerar estos fenómenos como independientes, aunque por costumbre tendemos a considerar que siempre van de la mano.
Pero… ¿por qué tener sexo sin eyacular?
Estamos de acuerdo en que el sexo es divertido. Es agradable. Es placentero. Y es uno de los momentos de conexión más íntimos con otra persona.
No estamos hablando de que renuncies al sexo (aunque tampoco deberías tenerlo como el pilar central de tu existencia, como los medios parecen pretender con tanto ahínco), sino de que experimentes con tener sexo sin eyacular.
Lo que sigue es una cita del libro Sexo, drogas y longevidad del investigador Ernesto Prieto Gratacós (te dejo enlace a su web, donde publica artículos muy interesantes) que para mí apunta en una dirección muy interesante:
Los alegres espermatozoides o los prolíficos óvulos que tú posees tienen de hecho la asombrosa edad de 120.000 años (…). Para que esto ocurra es imprescindible que la célula germinal este provista de mecanismos que impidan su envejecimiento. Las células encargadas de transmitir la herencia y crear nuevos individuos de la especie son, si se lo piensa, inmortales.
Quizás sea esta la explicación de por qué resulta beneficioso ahorrar energía sexual. Tal vez porque el secreto de la inmortalidad de las células germinales sea alguna clase de energía sutil que beneficia al resto del cuerpo si se la reabsorbe.
Sexo, drogas y longevidad, p. 59
Esto no es del todo nuevo: tradiciones milenarias como la Medicina Tradicional China (entre otras) apuntaron en esta dirección, pero ahora estamos en disposición de comprender los mecanismos de esta enorme fuente de poder desde una perspectiva científica.
A todo esto, podemos decir que los beneficios de la retención seminal son la máxima expresión de los efectos positivos que generalmente experimentan los hombres al dejar la pornografía y la masturbación; a este respecto, el movimiento NoFap se ha popularizado en los últimos años precisamente por los miles y miles de testimonios de hombres de todo el mundo que lo han experimentado.
En este vídeo puedes ver una lista de beneficios de NoFap:
Otro dato muy interesante tiene que ver con las hormonas implicadas en la eyaculación: cuando eyaculamos, nuestros niveles de prolactina aumentan. No solo la prolactina utiliza los mismos receptores que la dopamina, sino que esta es, bioquímicamente, muy cercana a la hormona DECO u ‘hormona de la muerte’, uno de los sospechosos de contribuir al envejecimiento.
¿Puede ser, como propone la Medicina Tradicional China, que haya un número limitado de eyaculaciones que los hombres se pueden permitir durante su vida?
Cómo practicar la retención seminal
Una cosa es practicar puntualmente la retención seminal, como un experimento, y otra adoptarlo como un estilo de vida. No hay una única técnica que te permita lograrlo, sino que hay varios métodos propuestos por distintos autores (el más famoso de ellos, quizás, sea Mantak Chia). De hecho, en este webinar gratuito te mostraré mi propio sistema y los beneficios experimentos por mis alumnos.
En lugar de hablar de esta o aquella técnica, quiero ser pragmático y enfocar el primer paso que muchos hombres deben dar si quieren tener sexo sin eyacular y practicar la retención seminal; porque puede que te interese este estilo de vida, pero sin este cambio de mentalidad, volverás a la casilla de salida continuamente.
Plantéatelo de esta manera: desde que te estrenaste como ser sexual, seguramente a través de la masturbación, has invertido años en la identificación errónea con la que he empezado este artículo, a saber: que el orgasmo y la eyaculación ocurren siempre juntos.
Y esa identificación ha programado todo tu sistema nervioso para que en tus relaciones sexuales haya un objetivo claro: eyacular. La eyaculación es el culmen del acto sexual. El cine porno, por ejemplo, representa esto a la perfección.
Lo que debemos hacer es romper con esta ley lo antes posible. Pero no podemos simplemente decirle a nuestro cuerpo que, a partir de ahora, cada vez que iniciemos el acto sexual no vamos a eyacular. Necesitamos sustituir una conducta por otra.
Y esto es algo que queda a tu elección personal. Si tu objetivo ya no va a ser eyacular, ¿cuál va a ser ahora?
Es una pregunta muy importante que debes responderte con honestidad y curiosidad.
Te revelaré mi objetivo: mi objetivo al tener sexo es sentir placer en todo mi cuerpo. No solamente en los genitales, no solamente al final del acto: en todo momento, en todo el cuerpo.
Es una especie de recarga donde conecto con mi cuerpo.
Pero ese es mi objetivo personal. Tú debes tener el tuyo si quieres tener sexo sin eyacular y debe ser algo que case con tus valores y tu carácter, ya que la idea es mantener este estilo de vida a largo plazo.
O no…
Sea como sea, déjame un comentario: ¿te atrae este estilo de vida de la retención seminal? ¿Cuál va a ser tu objetivo si has decidido tener sexo sin eyacular?
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